domingo, 2 de julio de 2023

INDIVIDUOS - IDENTIDADES



INDIVIDUOS - IDENTIDADES –

 

Los individuos no son indivisibles como señala el concepto. 

Son divisibles, -somos-, no son uno, son muchos, no son únicos, son múltiples, -somos-. 

Cada individuo se pueden multiplicar y dividir, sumar y restar también.

De cada rama y tronco cortado hacen nuevos troncos y ramas,  hijas del mismo tronco.


Sus identidades carecen de identificación. Son una amalgama de cachivaches sin nombre. Mujer ¿qué es ser mujer? ¿Qué es ser hombre? ¿hembra? ¿macho? ¿Qué es ser hembra o macho? ¿Cuántos atributos se les atribuyen que no tienen nada que ver con la hembra o con el macho? Hembra es tener la capacidad de parir. Macho es tener la capacidad de concebir. Aparte de eso, ¿Qué es ser hembra o macho? ¿Cuántos atributos se imponen que no tienen nada que ver con ser mujer u hombre, hembra o macho? ¿Se puede ser hembra y mujer a la vez, hombre y macho a la vez? ¿Se puede ser mujer y hombre, macho y hembra, todo a la vez?


Si se es mujer, se es hija, hermana, madre, cuñada, prima, soltera, casada, divorciada, viuda… Si se es hombre ídem de lo mismo, pero en masculino. Ser masculino o femenino tiene algo que ver con ser mujer, hembra, hombre, macho, o es algo distinto.

Cada persona es un batiburrillo. 


Aparte de todas esas identidades señaladas, cada individuo o individua contiene muchos mundos dentro de sí, lo que fue, lo que le prohibieron y castraron, lo que quiso ser, lo que soñó, lo que sueña, lo que desea, lo que se imagina, lo que fantasea, lo que odia, lo que ama, lo que no quiere ser, lo que no sabe que desea, lo que no sabe que es, lo que no sabe que no sabe… muchas identidades dentro de una sola identidad enmascarada, muchos mundos rotos, dentro de una vida desgajada. 


En gajos, en pedazos, en semillas muertas, en semillas que pueden florecer, en arboles quebrados, en robles enhiestos, en cardos, en lágrimas, en ojos vidriosos, en sonrisas sin alegría, en mundos perdidos, en mundos soñados, en cuentos de miedo, en pesadillas, en terraplenes, en caídas, en huidas, en cárceles.

 

ESTAMOS hechos de trozos de tiestos rotos, de muchos tiestos rotos, no solo de un tiesto. Remiendos y rotos de madres, de padres, de abuelas y abuelos, de tíos y tías, de primas, y primos también, incluso de vecinos, de amigos, de conocidos, y desconocidos. ¡cuántos trozos rotos están dentro de nosotros, todos formando partes de nosotros, todos siendo nosotros. 


Por eso no me encuentro, no sé quién soy

¿Y tú sabes quién eres? ¿Sabes de cuantos trozos rotos estás hecho? Son remiendos, remendados y vueltos a remendar. Y a veces, muchas veces también, son máscaras bonitas que nos han puesto o nos hemos puesto. Con las que nos encontramos a gusto y contentos. Con nuestra máscara espléndida de la cual nos sentimos orgullosos y paseamos exhibiéndola, exhibiéndonos como si fuéramos nosotros esa máscara.


¡Qué contentos estamos siendo otros, siendo una preciosa máscara, aplaudida por la concurrencia!  


¿Cada persona es una entidad global o es solo una parte, un trozo, un remiendo? ¿Es lo que se ve o lo que no se ve? ¿Es lo que aparenta o lo que esconde? ¿Soy mujer por mis tetas, por mi culo, por mi cara pintada, por mi piel rasurada? Por mis movimientos curvos, por mis insinuaciones… Por mi cabeza, por lo que pienso, por lo que hago, por lo que lucho, por mis compromisos, por mis responsabilidades… Miento para los demás o para mí misma. Mi mayor mentirosa soy yo.

 

¿Soy hombre por mis huevos, por mis puños, porque engaño más y mejor, porque esclavizo mucho mejor, porque tango más dinero y más poder, porque tengo más artimañas. Porque no tengo respeto, porque soy un depredador…?

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario