Complicado es distinto de complejo. ¿cuál es la diferencia? Complejo significa, que todo está inter-relacionado, buscando en cada campo sus posibles causas y efectos.
Complicado es la basura que vierten en esa complejidad, para hacerlo más difícil de entender, para hacerlo incomprensible.
Es hacer ruido para no poder oír ni distinguir lo que se habla, lo que se ve, lo que se hace. Es enredarlo todo hasta no poder saber qué es, y que todo el mundo esté hecho un lío y no saber para dónde tirar ni qué hacer.
Es añadir efectos especiales como en las películas, que tanto gustan a algún espectador, sin enterarse de la trama, de la historia, pero absorto con los efectos, ruidos, cambios de plano, distorsiones.
Mensajes múltiples distorsionados que solo entiende aquel que los analiza, aquel que tiene la capacidad para analizarlos. Aquel que puede distinguir las diferentes basuras. Cuanto más ruido, más voces y más parloteos, menos se oye y menos se escucha, se hace imposible entender nada. Los sentidos se atascan, está saturados, la mente da vueltas, poblada de moscardones.
Aparte de que no estamos acostumbrados ni enseñados a escuchar. Solo estamos enseñados a hablar, a vociferar, -por defensa o ataque- hablar más alto que el otro, decir más palabras gruesas, más tacos, más estereotipos. Más sinsentidos.
Todo el mundo habla, opina, apuñala, acusa, condena, es como un juez sabiondo dotado de un don divino. Y a la vez que se habla alto, hacer muchos gestos para remarcar lo que se habla. Demostrar grandilocuencia. Hablar por encima del otro, cortándole, no escuchándole. A la vez que en la mesa de al lado ocurre lo mismo y los hablares se entremezclan. Y las confusiones aumentan. Ruido y más ruido.
Cientos de miles de noticias que dispersan y enloquecen.
Llega un momento en que ya no se ve nada, todo es seguir, correr, ver más noticias, sin entender nada, sin pararse a ver una al completo, es pasar de una a otra sin entender ni ver.
¡Alto! - Es necesario parar, salir del laberinto que nos engulle.
Cuantas más luces menos se ve y más impedimento hay para ver. Luces de colorines, flases, intermitencias, resplandores, figuritas… Uno se queda obnubilado viendo las luces, imágenes que saltan, imágenes que insultan a veces.
Pero da igual uno está anonadado, sumergido, superfluo, no sabe lo que ve, se queda extasiado, seducido, convencido, anestesiado, hipnotizado, embriagado.
Mensajes contradictorios, que uno lo asume como lo más natural sin entender nada de nada. Uno es gay, pero vota a Vox, uno es obrero y explotado, pero vota al PP. Una es mujer y feminista, pero se muestra como objeto sexual. Los negros votan al Ku Klus Klan, Los judíos votan a los nazis. Un caos.
¿Quién despliega ese caos? La sociedad del espectáculo que es el capitalismo. Hacer de todo lo que nos rodea, lo que nos inunda hasta ahogarnos, hacer un espectáculo donde la gente se queda hipnotizada y se cree feliz y a la vez consume.
¿Quién se aprovecha de ese caos? – Las empresas capitalistas y los gobiernos que lo apoyan. Estos gobiernos se basan en las mentiras, tergiversaciones, noticias falsas, confusiones, fomentar la ignorancia, la desorientación, el caos.
A rio revuelto, ganancia de pescadores.
Los pescadores son ellos, los peces, nosotros y vosotros.
Todo perfecto.
Hay que fomentar el caos, -dentro de un orden- el ordenamiento que ellos quieren. Ellos al caos lo llaman libertad. Se han apropiado de la palabra libertad, ellos que siempre han sido los opresores y nos han mantenido encarcelados.
Tabican sus caprichos, contra nuestras necesidades.
Al pueblo: futbol, lucecitas, sortilegios, espectáculos, circos.
Porque mientras están felices hipnotizados, contemplando el espectáculo, les están robando, no solo su dinero, sino su alma, no solo su necesidad básica, sino su sueño, aquello que podían haber sido y ellos ignoran.
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