martes, 28 de enero de 2020

IGNORANCIA - 5- DESIGUALDAD – POBREZA – PSIQUISMO -



La desigualdad engendra la pobreza. 
La pobreza desarrolla una mente servil
 e ignorante.
Joaquín Benito Vallejo

Lo biológico - lo social – lo psíquico – lo cultural: diferentes círculos interrelacionados entre sí -tejidos conjuntamente- y determinantes unos para otros, conformando a su vez nuestras vidas.

Atengámonos al círculo social y lo definamos como el conjunto dominante del estilo de vida, que implica, pensamiento, costumbres, moral, relaciones…

Este estilo de vida social conforma la personalidad de los individuos que viven en ella, lo que se sintetiza en la forma de ser de cada uno, de su pensar, de su razonar, de sus relaciones con los demás. 
Una sociedad determinada conforma a su vez unas psiques en concordancia con ella, con la matriz de la que nacen y a la que pertenecen.
Aunque la sociedad no sea compacta en cuanto que hay muchas diferencias en los grupos sociales, la dominancia social pertenece a quienes más influencia ejercen en la sociedad, que corresponde siempre a quienes detentan el poder, los medios de producción, los mayores recursos económicos.

La dominancia social determina también la forma de actuar de las instituciones diversas que constituyen esa sociedad, sobre todo la dedicada a la información, porque esta es fundamentalmente el medio de propagar -propaganda- la ideología de la sociedad. Añádase además la educación y la cultura oficial. 

La ignorancia es debida a una serie de hechos sociales, en los cuales tiene mucho que ver la formación de la personalidad.
En esta también influye la pobreza, que a su vez es producto de la injusticia social basada en la desigualdad general en todos los órdenes, económico y cultural, sobre todo.

Cuando las personas eligen -y no solo lo eligen, si no, que lo desean- lo que va en contra de sus necesidades más elementales se debe a la ignorancia, -es lo más obvio, pero se desconoce que esa ignorancia- está anclada -y escondida- en la estructura de la personalidad del individuo, por lo que resulta más difícil eliminarla.

Y es reforzada también por una ideología inculcada en la estructura psíquica, a la vez que se teje la personalidad y el carácter de la persona. La ideología -contraria a los propios intereses- refuerza a su vez la ignorancia enmascarándola como sabiduría, moral y razonamiento.

A los pobres se les educa -domestica- en la obediencia, la dependencia, el masoquismo. A los ricos se les educa en el mando, la opresión, el poder, la codicia, el sadismo.

Capitalismo y machismo van de la mano. Los ricos creen que los pobres han nacido para estar a su servicio.
Mientras que el macho -hombre- piensa que la hembra -mujer-ha nacido para estar al suyo. 


La estructura de la ignorancia forma parte de la estructura psíquica, se construye junto con ella, se tejen en común.
La domesticación basada en la falta de respeto y de aceptación de los niños y niñas, en el impedimento de manifestar y de satisfacer sus impulsos naturales innatos, y sus potencialidades biológicas. En el desamor.
Mediante la inmadurez psicoafectiva que hace que la persona adulta busque representaciones simbólicas de la madre, el padre y la seguridad, en la patria, en autoridades externas e instituciones, lo que conduce a la obediencia y el seguimiento de las costumbres y las leyes establecidas.
-Esto anula de raíz la capacidad crítica que se verá reforzada después con otras acciones como la ideología y la cultura del poder-
Deshaciendo la necesidad de saber al cortar las ansias de investigar del niño, reforzado con el dato real de que al pobre le faltan recursos materiales para ello, más la creencia de que se es pobre por ley divina o natural, se instala la ignorancia como un rasgo del carácter del individuo.

Para acabar con la ignorancia hay que acabar previamente con sus causantes.
Se han de respetar y potenciar los impulsos, necesidades y potencialidades innatas.
Ha de despertarse de nuevo la necesidad y el gusto de ser y de saber. 
Conocer la historia, la capacidad crítica, los problemas humanos y sus raíces, la realidad social, la política y los políticos, la educación, la antropología, la psicología.
Hay que acabar con la creencia de que se es listo o sabio por ley divina.
Hay que dedicar los recursos necesarios en ello, el tiempo, el ocio, la costumbre, las relaciones.  
Y hay que desterrar la cultura impuesta, la tradición, los hábitos...

Para hacerse libre, antes ha de reconocerse que uno es esclavo, y se ha de sentir la necesidad -y el deseo- de liberarse. 
Del mismo modo, para saber, uno ha de sentir la carencia de no saber, y sentir la necesidad -y el deseo- de aprender.
Para respetar y aceptar a los demás, uno ha de sentirse aceptado y respetado en su ser. 

viernes, 24 de enero de 2020

La sombra de una muchacha


La sombra de la muchacha baja por la calle canturreando y saltando con su vestido nuevo. 
Al volver la esquina me la encuentro a lo lejos. Me quedo paralizado, siento el rubor en la cara, temblores en todo el cuerpo, el corazón galopando. Todo ocurre en una milésima de segundo. 
Giro y rápidamente me voy por otra calle. 
Sigo corriendo un rato más hasta que se van pasando los sudores y por otro camino me dirijo a mi casa, mirando de reojo, y precavido para que no vuelva a encontrármela.
¿Y todo esto, porqué?
Porque esa muchacha me gusta. 
En mi imaginación es mi novia. 
La más guapa del pueblo. Tiene flequillo y trenzas, es saltarina y alegre, una cara blanca y sobre todo muchos vestidos que le mandan sus hermanas mayores desde Barcelona. 
Estaba enamorado de ella desde que tuve uso de razón. Mucho antes de hacer la comunión. Esta la hacíamos a los 8 años. 
El cura nos preparaba muchos meses antes, enseñándonos los rezos y ensayando para el día de la Ascensión, jueves, la gran fiesta de la virgen. 
A las muchachas las colocaba a la izquierda y a los muchachos a la derecha. Salíamos de dos en dos, y nos dirigíamos al altar como dos novios. 
Ella y yo fuimos los séptimos en la fila.
Pero no me enamoré de ella aquel día, fue mucho antes, aquel día fue la suerte que nos tocó ir en pareja juntos a comulgar. 
El cura nos hacía ensayarlo muchas veces hasta que saliera perfecto. 
Seguro, que el primer día que fue colocando a las parejas, yo me puse en el sitio adecuado, en el momento adecuado, para que me tocara con ella. Porque, aunque yo era tonto no lo era tanto, y sin que nadie se enterara, hacía mis planes y mis trampas.
No recuerdo haber hablado nunca con ella, ni haberla mirado directamente a la cara. 
Todo ocurría por detrás, sin que me viera. Debí estar enamorado de ella hasta que me vine a Madrid, más o menos, a los doce años. 
Y después también en la nostalgia, en lo que pudo haber sido y no fue. En lo que tenía que haber encontrado y perdí.
Permanece también la imagen, de que a esa novia imaginaria también yo le gusto. 
Es el deseo más que la imagen. Esta tampoco aporta ningún dato negativo. No dice nada en contra, pero tampoco a favor. 
El deseo de que te quieran permanece oculto en lo mas hondo, está continuamente presente en la imaginación, en los sueños, en los juegos. Es un estímulo para vivir.

domingo, 19 de enero de 2020

la ignorancia -4- las condiciones


LA IGNORANCIA - 4 - las condiciones para que se de
Joaquín Benito Vallejo




Vamos a ver brevemente unas premisas elementales para situar y definir después en base a ellas, a la ignorancia y sus implicaciones.

La biología son los determinantes vitales heredados, correspondientes a la especies filogenéticas, a la propia especie y a los padres.

La sociedad es el conjunto de instituciones y saberes de los individuos, asentados con el tiempo, determinados por las relaciones, la economía, la cultura, las tradiciones.

La psicología -es decir, la personalidad de cada individuo- está determinada tanto por los factores biológicos como por los sociales.

La personalidad significa la forma de ser, de pensar y de actuar de cada individuo.

La educación es el medio social por el cual se forma y desarrolla el individuo en base a sus potencialidades biológicas.

En la educación y en la personalidad del individuo se funden tanto lo que nos han posibilitado ser, como lo que nos han impedido ser, -las carencias-, teniendo incluso una mayor importancia las carencias que las realizaciones. Así se hace una paradoja: somos lo que no somos. Destaca más, de una forma encubierta, lo que nos falta que lo que tenemos. Nos define lo que nos falta.  

La educación -para mí- es favorecer el desarrollo de las potencialidades biológicas. Mientras que por el contrario, denomino domesticación al impedimento de esas potencialidades.

Con la educación se forman individuos libres, con la domesticación se forman esclavos.

El individuo libre lo es sobre todo psicológicamente, no tanto materialmente. 
El individuo domesticado -esclavo- no es libre psicológicamente, aunque lo pueda ser materialmente. 

El individuo libre psicológicamente, es independiente, no tiene ataduras ni servidumbres, tiene una mentalidad libre, basada en el conocimiento crítico, objetivo y real de la vida y de la historia.

El domesticado o esclavo es dependiente, se identifica ideológicamente con el rico, u opresor, no con su realidad objetiva. 

Con la domesticación o esclavismo se configura también una ideología: 
Una mentalidad acrítica, de no saber, de desconocimiento de la historia y de su propia realidad.
Por ello, el esclavo vota al amo. Vota los intereses del amo, distintos a sus propias necesidades. Depende del amo, le da seguridad.
El esclavo, desea imitar al amo, para parecerse a él.

El espíritu esclavo no es hijo de la razón sino de la emoción, no piensa, sino que teme. Es inseguro, y la inseguridad se transmuta en odio. Odia cualquier manifestación de la libertad, porque él no la tiene, la desea pero es incapaz de alcanzarla. El espiritu esclavo es un individuo castrado. 

Cuando la sociedad es igualitaria y justa, la educación y la personalidad también pueden serlo. Cuando no es igualitaria ni justa, no pueden serlo.

Igualdad significa similar economía, derechos, deberes, condiciones, cultura, educación, justicia, medios, recursos, prestigio, reconocimientos. Si hay desigualdad todos los derechos y deberes son desiguales.

La desigualdad es la causa de que unos sean más y otros menos, unos tengan más cultura y saberes y otros menos, unos mejor educación y otros peor.

La desigualdad es injusta biológica, social y psicologicamente. 

La desigualdad es la causa de la pobreza, de la personalidad esclava, de la ignorancia, de la incultura, y a su vez de la desigualdad como un círculo que se cierra sobre sí mismo, puesto que todas estas características la alimentan. 

La ignorancia se alimenta a sí misma, el esclavismo, la injusticia, la domesticación, la ideología, la sin razón.

La ignorancia es sobre todo una consecuencia de la estructura de la personalidad esclava y frustrada.  – A su vez la ignorancia es hija de la pobreza – y esta de la desigualdad social.

La desigualdad es el caldo de cultivo donde se condimenta la pobreza, el psiquismo esclavista, y su derivado la ignorancia.

El psiquismo -o estructura del carácter y de la personalidad- indica un modo de ser, de pensar y de actuar.


El psiquismo domesticado o esclavista, indica un modo de ser, producto de haber cortado los impulsos naturales biológicos de realización personal, así como las potencialidades implícitas de crecimiento, conocimiento y creatividad -Esta es la primera clave del esclavismo y de la ignorancia, a la que se van sumando otras premisas-.