viernes, 5 de julio de 2019

Eres, soy, solo por ser.


Lo primero es ser humano, después tener una profesión.
No eres una profesión, eres un SER.
Ser es importante. Tener no lo es.
Eres por lo que haces no por lo que tienes.
Por lo que haces y piensas en una correspondencia mutua.
No es importante ser alto o bajo, gordo o flaco, guapo o feo, abogado o taxista.
Seas hombre o mujer. 
Seas del género que seas masculino, femenino, o neutro no importa.
Ni el sexo ni el género nos definen, eso es una anécdota, una circunstancia secundaria.
Somos más allá del sexo y del género.
Somos por ser, independientemente del sexo y de las circunstancias.
No nos define nuestra anatomía ni fisionomía.
Ni la vestimenta ni el maquillaje.
Eso son máscaras que portamos, para parecer, esconder, vislumbrar, entontecer y entontecernos.
Eres, soy, solo por ser. Por estar aquí.
Por haber nacido. Por vivir cada día y cada instante.
Por ser tú, yo, distintos a los demás.
Por estar en compañía. Por compartir.
Por compartirte. Por darte a los demás.
Por comprender a los demás.
Por comprenderte a ti.
Por comprenderme yo.


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