LA IGNORANCIA -2- su poder

EL PODER DE LA IGNORANCIA -
Joaquín Benito Vallejo 

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(Seguimos con la pregunta 

¿por qué el esclavo ama al amo o 

por qué la gente vota a quién le explota?)

Ello se debe a una mentalidad que se ha ido formando desde hace miles de años, producida por la pobreza y que aún persiste en la medida en que la gente no se desprenda de ella. 
Desprenderse implica adquirir una nueva visión y sobre todo un modo de ser distinto al mamado. Y ello también implica varios caminos. 

De momento aquí va una pequeña síntesis.

La ignorancia es tan sumamente atrevida como peligrosa. 

Ignorante de sí misma, no tiene vergüenza ni límites.  

Es capaz de todo, pues se cree con la razón y la verdad absoluta. 

El mundo se nutre de ignorancia y el poder la alimenta porque de ella vive.

Desde que el rico, poderoso y opresor, se dio cuenta de que su poder radicaba en la ignorancia de los demás, se dedicó a sembrarla y cultivarla con todos sus medios, que por supuesto los tiene todos. 

Educación, cultura y pobreza forman la santísima trinidad de la ignorancia. Son tres en una. 
Tres condiciones distintas y un solo dios verdadero: la ignorancia.


La religión forma parte de la cultura aunque adquiere una fuerza distinta y poderosa, porque se achaca a dios, al que lo ha hecho todo, al que tiene todo, al que controla todo, y los poderosos, jefes, reyes y toda esa casta, dicen que son herederos de dios, elegidos de dios.

En lugar de educación, deberíamos llamarla domesticación. 

En lugar de cultura, deberíamos decir incultura.

Entonces: 

domesticación, incultura y pobreza son los tres dioses de la ignorancia.

No son tres dioses distintos, es un solo dios con tres cabezas distintas. 

Pero el dios padre es la desigualdad.

A propósito de las elecciones establecidas en nuestras llamadas democracias, está claro, ha ganado y ganará siempre la ignorancia, -excepto en contados y breves ocasiones-.

 Siempre gana la ignorancia porque ella representa a la mayoría de la gente y son las mayorías -las masas- las que deciden el resultado.

La ignorancia es alimentada por el sistema porque mediante ella adquiere su poder.

A su vez, la ignorancia radica en la educación, -considerada esta como domesticación o deformación de la personalidad-;

Seguida de la implantación de una ideología que lo justifica;

 Y en última instancia, por la cultura dominante, al ser permanentemente propagada por los medios de información, -des-información y manipulación-, cultura y tradición.

En la cultura oficial se impone la educación como domesticación y adoctrinamiento de las mayorías que votan para tener garantizado el poder.

Respecto a las elecciones, los análisis que hacen los expertos suelen ser exclusivamente políticos y económicos, pero se desestima o no se tiene en cuenta el valor y la importancia de la educación y de la psicología de las personas, que constituye la formación de la personalidad y del carácter, y que es fundamental

Ya lo advertía W. Reich en su obra “Psicología de las masas del fascismo”.

La educación también hay que entenderla de un modo amplio, no solo como lo que se inculca corporal y mentalmente en la infancia, sino durante toda la vida de una forma directa o indirecta, por diversos medios

Así pues, los más numerosos, los más pobres y los más incultos dan la victoria siempre al partido que más les oprime y más mantiene en la miseria, y quienes les habían quitado previamente, lo poco que tenían. Y los que han tenido acceso a una carrera no han pasado de ella.

La mayoría silenciosa, la masa, los pobres, -unos pobrecitos sobre todo de mente- en los que todos se apoyan, a quienes todos manipulan para conseguir su victoria: el poder y la explotación de todos incluidos los pobrecitos ignorantes que les votan.

Ignorancia – falta de recursos – des - educación – des – realización – alienación - incultura – amoralidad – desconocimiento – des – interés – des – contexto – des – historia – primitivismo – patria – bandera – himno – fútbol – homogeneización

La ignorancia es plana, se basa solo en el presente, donde todo se hace según está establecido, donde siempre se ha hecho lo mismo, donde todos son iguales en la conservación de lo dado. El ignorante desconoce la historia.

La masa inculta, ignorante, amorfa, domesticada, rumiante, que no sabe ni contesta, que no lee, ni escucha, ni entiende. 
Que se justifica lavándose las manos, solo mira la tele y oye la radio, comiendo permanentemente la basura que expelen los medios de desinformación, de chantaje y de adulación, porque siempre repiten que el ciudadano es muy responsable, sabe lo que hace, es crítico, que a él no le engaña nadie. ¡Qué risa tía Felisa!  Y él se lo cree, ¡cómo no!