lunes, 23 de diciembre de 2019

Autoridad y jerarquía









SOBRE LA AUTORIDAD Y LA JERARQUÍA
Joaquín Benito Vallejo

AUTORIDAD.
La palabra autoridad procede de autor, que significa, aquel que ha creado algo por sí mismo, por tanto, tiene un cierto saber, experiencia y conocimiento en esa materia.
Una autoridad es, por consiguiente, aquel que tiene un cierto saber en una materia y al que hay que recurrir para saber de ello, tomarle como referencia al respecto, escucharle, tener en cuenta su opinión, pedirle asesoramiento o consejos sobre ello. Si esta autoridad tiene, por ejemplo, un equipo de trabajo, el equipo seguiría sus instrucciones respecto o a la consecución de una tarea propuesta. -Su autoridad o sus órdenes no se saldrían de su especialización, de su experiencia y saber-
Autoridad no significa en principio mandar, ni poder sobre otros.

JERARQUÍA.
Es similar a escalonamiento, a una graduación, un orden, una escala, etc., un puesto o cargo dentro de ese escalonamiento.
En el holismo, pensamiento complejo o sistémico, en la ciencia, la neurología, la filosofía, lo jerárquico es lo que viene de abajo arriba escalonada e integrativamente. Así, por ejemplo, hay una estructura jerárquica desde la molécula, al átomo, a la célula, de esta al órgano, de aquí al organismo. Un escalón sobre otro. Estructuras que se van formando escalonadamente unas sobre otras de forma que el escalón superior significa que ha superado al inferior. Así pues, la célula es más que la molécula, ha integrado en sí todas las cualidades de la molécula accediendo a un estado superior. Lo superior engloba e integra lo anterior, su acción, su conocimiento, su organización, su complejidad. La jerarquía va desde lo más simple a lo más complejo. Implica un proceso. Por ejemplo, desde la materia inerte a la vida. Desde la vida a lo mental. Desde lo personal a lo transpersonal.
Según Luria, en el sistema nervioso, por ejemplo, la corteza cerebral, integra a las funciones de las zonas inferiores asumiendo la organización general. Recibe la información de las otras partes y emite su respuesta. En el sistema cerebral hay tres áreas encargadas de organizar la acción aportando cada una su papel para la consecución del objetivo. Hay una información constante en dos direcciones de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, dependiendo unas de otras.

CONCEPTOS “DEGENERADOS O PERVERTIDOS” DE AUTORIDAD Y DE JERARQUÍA.
Con la concepción “degenerada” actual de ambos conceptos, su significado se reduce a desempeñar un poder y mando sobre otras personas dándoles órdenes que cumplir. Asociado a este mando va la capacidad de castigo para aquel que no cumple las órdenes, dependiendo de la importancia de la orden y de la persona de rango inferior que la ha incumplido. Una autoridad se dice de quien tiene un mando sobre otros. Una jerarquía también, pero dentro de una escala de diversos grados de menor a mayor.
Si nos remitimos al concepto “científico” llamémoslo así, expuesto al principio aquí, una autoridad que detenta un mando sobre otros sería porque ha superado a los demás en saber y experiencia a ese nivel, ha pasado por su misma escala y la ha superado.
Pero en la realidad y en general, salvo las excepciones que siempre hay, ocurre lo contrario, uno ejerce una autoridad porque le ha puesto ahí a dedo otra autoridad superior, sin la necesidad de tener un conocimiento previo sobre ello ni haber superado las sapiencias y conocimientos de los otros.
Ocurre en política, sobre todo. Quien gana unas elecciones no es por su valía sino por el marketing desarrollado, por la ignorancia de los votantes, por las mentiras que ha contado, por el apoyo de quien tiene el dinero y el poder, etc. Este presidente elegido, no coloca en cargos ministeriales a los más válidos para desempeñarlo, sino según otros intereses determinados por amistad, familia, ideología, etc.  Y así sigue la escala jerárquica de arriba hacia abajo, donde cada cual va colocando en los respectivos cargos a sus adeptos, a quién más puede servir a sus intereses personales, no a los más válidos.
Con todo ello se deduce que la política que es la encargada de organizar y dirigir un país recae en una escala de intereses personales, no del país, hasta llegar a la corrupción. En este ejemplo de la política se puede ver los dos roles el de autoridad y el de jerarquía. De arriba hacia abajo cada uno tiene un rango y una autoridad -en el sentido de mandar- cada vez menor. Este ejemplo de la política se puede aplicar a otras instituciones, empresas y demás.
Si en el concepto “científico” la autoridad ha de tener una serie de conocimientos según su jerarquía, y que puede desempeñar funciones de organización sobre los escalones inferiores y dar órdenes al respecto para cumplir la tarea prevista, en la realidad no ocurre así. Tener una cierta jerarquía y la autoridad correspondiente al escalón, no implica poseer los conocimientos necesarios para desempeñar ese cargo.
Por ello la autoridad se convierte en mangoneo y en autoritarismo: obligar a hacer las cosas no porque sean necesarias para el proyecto emprendido y su consecución, sino obedecer a los interés del que manda. La autoridad se convierte así en interés personales y de lucro, de avaricia, de poder, de enriquecimiento personal.
Este ejerce el mando y el poder sin estar realmente capacitado para ello, pues no ha superado a los demás en cuanto que no ha sufrido sus estados, sus vivencias, Tener jerarquía no significa mandar sobre los de abajo sino mantener una comunicación y una interacción entre ellos de cara a conseguir los objetivos propuestos, disponiendo de su sapiencia y conocimiento mayor, pero también teniendo en cuenta que se puede equivocar.


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